Mensaje de Stephen Milam, director ejecutivo del Área Corporativa para Norteamérica y Sistemas de Transmisiones y Electrificación
Estoy muy agradecido con todos ustedes. Vivimos tiempos sumamente difíciles, de gran inseguridad y ausencia de certezas. La COVID-19 ha llevado a las sociedades de todo el mundo a situaciones jamás imaginadas. Es normal sentir tensión y ansiedad ante la incertidumbre y las dudas sobre nuestras posibilidades de superar esta situación.
Me da mucho gusto constatar la forma en que todo el equipo DENSO se ha unido para darse apoyo mutuo y ser útiles al prójimo. Juntos, muchos de ustedes han dedicado tiempo a la elaboración de equipos médicos y de protección personal. Se han mostrado dispuestos a trabajar a fin de preservar la disponibilidad de partes automotrices para quienes necesiten reparar sus vehículos y llegar a sus consultas médicas, al supermercado o a la farmacia. He sabido de diversos casos en que han renunciado a su tiempo de descanso para apoyar la labor de instituciones de beneficencia, poniendo sus cualificaciones profesionales al servicio de las necesidades de otras personas. Son el mejor ejemplo de lo que significa el espíritu DENSO. Me llena de orgullo hacer equipo con ustedes.
Deben saber que queremos brindarles un apoyo constante. Aunque el futuro es incierto, la directiva de DENSO se mantiene cotidianamente en contacto para definir maneras de preservar las capacidades de la empresa y conservar los empleos de nuestros asociados tanto como sea posible. Sabemos bien que la empresa no existiría sin ustedes. Resistiremos juntos. Ayudaremos al mundo juntos. Volveremos a prosperar juntos.
Quisiera pedir un favor especial a aquellos asociados que pueden seguir trabajando durante la crisis. Me gustaría que reflexionaran sobre cómo hacer de esta crisis un motor que perfeccione drásticamente a nuestra empresa. Les pido que piensen en cada una de las frustraciones que han enfrentado en su vida laboral. En cada uno de los problemas que han visto a nuestra gente enfrentar. La mayor parte de nuestras plantas está cerrada. De cierta forma y según la filosofía kaizen, ese hecho representa un problema. Desde otra perspectiva, se trata de una oportunidad única para mejorar detalles que no podemos atender cuando las plantas están operando normalmente. Nunca tendremos otra oportunidad como esta. Aprovechemos la crisis y encontremos la manera de obtener algo positivo de ella (nunca seamos víctimas de las crisis).
Quisiera, también, pedir un favor especial a aquellos asociados que no pueden seguir trabajando durante la crisis. No dejen de confiar en la empresa. Ansiamos dejar esta crisis atrás. Ansiamos volver a verlos en sus puestos de trabajo en cuanto la seguridad de todos esté garantizada.
Stephen Milam
Director ejecutivo, Área Corporativa para Norteamérica,
Sistemas de Transmisiones (Gas y Escapes) y Electrificación
Director ejecutivo, DENSO Corporation
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